“Es el sueño que tenemos quedarnos con esta copa”
Finalizó la fase de grupos de la Copa América Femenina de Futsal y Argentina logró quedarse con el primer puesto del "A" tras vencer a Colombia 4-1 con goles de Agostina Chiesa, Sofía Florentín, Ana Ontiveros y Mailén Romero. El descuento de Las Ticas fue de la arquera Alison. Con este resultado el seleccionado nacional jugará contra Venezuela el partido de semifinal.
Antes de que comience el partido el Microestadio Malvinas Argentinas ya estaba colmado de gente, hasta ahora, el partido con más presencia del público, mayormente local, aunque hubieron algunas camisetas amarillas alentando por las colombianas. El ambiente era prometedor desde el "O juremos con gloria morir" desgarrador de nuestro himno y una imagen de unos segundos que condensó lo que las jugadoras están viviendo en estos días de aguante por su fútbol.
La capitana de la celeste y blanca, Carina Núñez, se acercó a la mitad de la cancha con la pelota en la mano, le dio un beso, la apoyó en el punto y se dedicó a mirar para arriba mientras desde las tribunas llegaba el canto "Para ser campeón (nas) hoy hay que ganar". Era eso más que nunca, o al menos más que antes. Unas horas atrás Brasil (que ganó 6 de 7 ediciones de la copa) le ganó a Paraguay y clasificó en primer lugar del grupo B.
En el partido, estaba en juego no tener que cruzarse con el equipo más poderoso de Sudamérica en semifinales y ambas selecciones tenían esa oportunidad, Colombia estaba obligada a ganar, mientras que Argentina podía permitirse el empate y el pasaje por diferencia de goles.
Los primeros minutos se vivieron con algo de tensión. Las jugadoras argentinas cometieron algunos errores pero quien se afirmó rápido en (como nos tiene acostumbrados) fue la arquera Luciana Lera que respondió en algunas oportunidades de las colombianas. De todas maneras, la selección nacional se mantuvo firme en su idea y propuesta de juego y, aunque esta vez les costó un poco más encontrar el ritmo propio, nuevamente propusieron ser el equipo que conduce el partido con la tenencia de pelota.
Probablemente haya sido el mejor primer tiempo de Argentina en lo que va de la copa. Las colombianas comenzaron a desesperarse y cometieron muchas faltas. Hubo mérito en algunas oportunidades en las que el partido parecía irse en roces y enojos, pero las locales mantuvieron la cabeza fría supieron enfocarse en el juego propio.
El primer gol llegó en el taco de Agostina Chiesa tras una pegada al arco de Mailén Romero, que desvió sobre el segundo palo de la arquera. Hubo algunas dudas sobre a quién concederle el tiro, pero la misma Romero fue quien confirmó, en zona mixta, que quien lo concretó fue su compañera.
El entrenador del combinado nacional, Nicolás Noriega, estuvo muy enérgico desde el banco. Ya había avisado que no podía haber errores ni desconcentraciones en defensa y marcó las posiciones a las jugadoras en todo momento. Fueron unos minutos de presión de las rivales que intentaron contrarrestar rápidamente la desventaja pero las manos de Lera y el travesaño les impidieron esa posibilidad.
Argentina volvió a hacerse cargo de la pelota y, otra vez, Colombia entró en la desesperación que hizo que llegaran a la sexta falta y concedieran un penal que Sofía Florentín cambió por gol. Algunos minutos después hubo grito y festejo nuevamente pero esta vez en los pies de Ana Ontiveros que es una de las jugadoras más influyentes del plantel.
Irse al descanso 3-0 fue determinante. Argentina necesitaba mantener la posesión de la pelota mientras que las rivales salieron a comerse el partido. Pero de nuevo, un segundo en el que se detuvo la dinámica veloz que propone el futsal. Otra vez Núñez, besó la pelota, la acomodó en el punto del centro de la cancha y se alejó unos pasos para darle lugar a Colombia a que saque.
Como era de esperarse, el segundo tiempo fue un poco más desordenado, aunque, de nuevo, Argentina mantuvo en todo momento su idea de juego: se defiende con la pelota en los pies y se ataca construyendo pase y conexiones. Colombia comenzó a jugar más con Alison (la arquera) adelantada buscando la superioridad y fue justamente ella que, de un zapatazo desde mitad de cancha, rompió la racha de arco en cero para Lera.
Lo cierto es que hubo que contener la embestida de las rivales que, con nada más para perder, fueron a buscarlo de todas las maneras posibles. Chiesa sacó una pelota sobre la línea, detrás de la arquera, que se festejó como un gol y cuando Colombia estaba cerca del 3-2, Romero, de nuevo, probó el arco y decretó el 4-1 final.
El cierre del partido estuvo cargado de emoción. La tribuna coreó las canciones conocidas, las jugadoras agarraron el bombo y redoblante y cantaron esa que inventaron ellas, las miles de personas presentes hicieron silencio, mientras las protagonistas, con las palmas en el aire cantaron: "Las pibas están re locas, corazón es lo que sobra, es el sueño que tenemos quedarnos con esta copa"